Evolución Tecnologica

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7 de mayo de 2013

Como funcionan los Satelites?



Gracias a los satélites, podemos tener acceso a la información de manera rápida, ya sea mediante señales televisivas, de radio o incluso, conexiones a Internet. Seguidamente, veremos cómo funcionan los satélites.

Los satélites son utilizados con fines científicos, comerciales, militares y de entretenimiento, lo que permite a los usuarios acceder a cualquier tipo de servicio de comunicación, de manera eficiente y veloz.


Los satélites se encargan de refractar las señales radioeléctricas en diferentes señales de frecuencia, como por ejemplo, C, KU, L, X y Ka. Los satélites se encuentran ubicados alrededor de la órbita de la tierra, lo que les permite re-enviar la información cuando sea necesario.

La mayoría de los satélites de comunicaciones están situados en órbita geoestacionaria.

La órbita geoestacionaria es una órbita circular directamente por encima del ecuador. Un satélite situado en órbita geoestacionaria gira en círculo en torno a nuestro planeta a la misma velocidad y en la misma dirección que gira la Tierra, lo que significa que se mantiene “fijo” con respecto a ésta. La órbita geoestacionaria se encuentra a una altitud de unos 36.000 kilómetros (de hecho, es exactamente 35.784 kilómetros), una distancia igual a seis veces el radio de la Tierra, con un período orbital de 23 horas y 56 minutos.

¿Y por qué no exactamente 24 horas? Por la pequeña diferencia entre en el lapso de tiempo que la Tierra tarda en girar en torno a su propio eje y la longitud de un día. El día es ligeramente más largo que el período de rotación de la Tierra porque al mismo tiempo nuestro planeta se desplaza trazando una órbita en torno al Sol. Un año dura 365 días, pero la Tierra completa 366 giros alrededor del sol, lo que causa la diferencia de unos cinco minutos entre el “día sideral” (o estelar) y el “día solar”.
Por estos motivos la órbita geoestacionaria resulta especialmente apropiada a las aplicaciones de comunicaciones, dado que las antenas terrenas, que en todo momento deben estar apuntando al satélite, no tienen que ir equipadas con un sistema que las haga ir girando para seguir éste. Un ejemplo de nuestra vida diaria son las parabólicas domésticas que se utilizan para recibir señales de televisión vía satélite, y que deben estar siempre apuntando con precisión al punto del cielo donde está situado el satélite.

Los satélites geoestacionarios de comunicaciones se utilizan como estaciones repetidoras fijas para retransmitir señales de voz, vídeo o datos: un único satélite es capaz de cubrir una extensa zona que alcanza a un 40% del planeta.
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