La llegada de la nave a Rabat marcará el inicio de las obras para planta termo-solar más grande del mundo
La envergadura del Solar Impulse es de 63 metros, pero un peso (1.600 kilos) equivale al de una furgoneta. (AP) |
El despegue se efectúo con algo más de una hora y media de retraso con respecto a la hora prevista debido a la intensa neblina, que se disipó con los primeros rayos del sol.
Madrid será una escala técnica y tras su aterrizaje, previsto a partir de las 00.00 horas GMT (19:00 de hoy, hora peruana) del viernes en el aeropuerto de Barajas, la aeronave permanecerá en tierra para ser sometida a diversas revisiones técnicas, al menos hasta el próximo lunes.
El destino final del avión solar es Marruecos, donde el equipo de Solar Impulse ha sido invitado para participar en una ceremonia que marcará el inicio de las operaciones para la construcción en la región de Ouarzazate de lo que será la planta termo-solar más grande del mundo, con una capacidad de 160 megavatios.
Antes del despegue y en una comunicación por correo electrónico el piloto del Solar Impulse, André Borschberg, declaró su entusiasmo por “una partida que esperábamos desde hacía semanas”.
Bertrand Piccard, fundador del proyecto y que realizará el segundo trayecto entre Madrid y Rabat, manifestó por su parte que el Solar Impulse “simboliza el espíritu pionero y de exploración necesario para encontrar nuevas soluciones y responder a los desafíos actuales, al margen de viejas costumbres y certidumbres”.
LA RUTA DEL SOLAR IMPULSE
El avión recorrerá en total 2.500 kilómetros sin una gota de carburante y con una emisión cero de dióxido de carbono.
En función de las previsiones del tiempo y de la dirección de los vientos, tras su despegue el avión cruzará las montañas del Jura con dirección a Pontarlier (Francia) a una altitud de 3.600 metros.
Enseguida, el aparato volará sobre el Macizo Central francés y se dirigirá hacia Toulouse antes de cruzar los Pirineos, para lo que tendrá que ascender hasta los 8.500 metros de altura y luego tomar la dirección de Madrid-Barajas.
Con 12.000 placas fotovoltaicas que recubren sus inmensas alas, el Solar Impulse tiene la envergadura equivalente a la de un Airbus A340 (63 metros), pero un peso (1.600 kilos) equivalente al de una furgoneta grande, con una cabina para el piloto en la que apenas cabe una persona sentada.
El viaje a Rabat responde a una invitación de la Agencia de la Energía Solar de Marruecos, que planea la construcción de cinco parques solares hasta 2020, con una capacidad total de 2.000 megavatios, que reducirían en 3,7 millones de toneladas las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Este vuelo es además una especie de ensayo general en el marco de los preparativos para la vuelta al mundo que el avión solar realizará previsiblemente en 2014.
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