El pedido de pizza de Domino ha llegado a Nueva Zelanda, justo a tiempo para el apocalipsis.
América puede ser deshecha, pero en la pequeña nación de Nueva Zelanda, hoy es un día para celebrar la innovación. Domino's lanzó su programa de entrega de aviones no tripulados en Whangaparaoa, Nueva Zelanda esta semana, con el lanzamiento del drone Flirtey.
"Los drones ofrecen la promesa de entregas más seguras y rápidas a una amplia área de entrega", dijo el director general del grupo Domino. "Lo que significa que más clientes pueden esperar recibir un pedido recién hecho dentro de nuestro objetivo final de 10 minutos".
Esto es aún un programa piloto, funcionando solamente en un restaurante en la ciudad de Whangaparaoa. Los drones pueden entregar pizzas a 1,5 kilómetros (aproximadamente una milla) del restaurante, volando a 18 mph. La compañía pretende ampliar este radio a 6 millas en el futuro. Los drones de Flirtey dejarán caer las pizzas en los patios de los clientes usando un cable de remolque, pero la compañía dijo estar trabajando en soluciones para personas con menos espacio.
Este es un comienzo modesto para la entrega de drones, pero no pasará mucho tiempo antes de que obtengamos pizzas (y todo lo demás) de forma autónoma en Estados Unidos. Flirtey trasladó su sede de Nueva Zelanda a Nevada a principios de este año. Domino's no es el único que entra en el juego de entrega de drones. Google espera entregar paquetes de esta manera en los Estados Unidos en algún momento del próximo año.
Este emocionante desarrollo vendrá a un costo para los conductores de entrega, ya que, al igual que los trabajadores de muchas otras profesiones, son reemplazados por máquinas. ¿Por qué se mantendría una fuerza de trabajo humana que requiere salarios y beneficios cuando una flota de robots hará el pedido?
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